"NUNCA LAS MAÑAS PIERDAS"

 
COLECCIÓN: "Objetos".
TÍTULO: "Nunca las mañas pierdas".
FECHA: octubre de 2013.
Plumilla y tintas de colores.
AUTOR: "Lucoco".
 

 
 
Las circunstancias que rodean a la calabaza presentan connotaciones un tanto negativas. Cuando una persona declara su amor a otra y no es correspondida, decimos que aquella le dio calabazas. De igual forma, cuando los padres van al colegio en busca de las notas del trimestre, bromean diciéndose unos a otros que van a recoger las calabazas de sus hijos; esto es, los suspensos.
 
La calabaza del dibujo tiene una historia totalmente diferente a las descritas anteriormente. Es el ejemplo del honor de las personas sencillas, preferiblemente de campo, que tienen sus tierras y cosechan sus productos. Cuando están agradecidas con alguien, le ofrecen lo que tienen, fruto de su trabajo y esfuerzo.
 
Una persona que conozco -con la cual tengo el gusto de trabajar una vez a la semana- , marcada por la sabiduría que denotan las personas de avanzada edad, y trabajadora de la tierra, de vez en cuando me regala algún producto cosechado por ella y su familia. Esta vez fue la hermosa calabaza, acompañada del sabio consejo de la cosechadora, que con mucha discreción me ofrece una bolsa cerrada meticulosamente, diciéndome: "Toma esto para que te hagas un dulce".
 
Si al resto del mundo darle calabazas es algo negativo, para mí, mi calabaza endulza, no solamente mi boca y las de mi familia, a través de las tortitas que haremos en casa con ella, sino también el ánimo, por el valor de la sencillez dignificada en las personas que dan lo que tienen, con un gran cariño y agradecimiento. A ellas les  dedico este dibujo como prueba de la admiración que siento ante su persona.
 
La respuesta que se me ocurrió darle a esta mujer fue la que tantas veces oí decir a mi abuela cuando se encontraba en esta misma situación: "Nunca las mañas pierdas".

LA MANZANA DE LA DISCORDIA.

COLECCIÓN: Objetos.
TÍTULO: "La manzana de la discordia".
FECHA: octubre de 2013.
Plumilla y tintas de colores.

AUTOR: Lucoco.

"ATRAYENDO A LA REINA"

COLECCIÓN: Plantas y flores.
TÍTULO: "Atrayendo a la Reina"
FECHA: octubre de 2013.
Plumilla y tintas de colores.
AUTOR: Lucoco.


Pillada la Reina rondando las asclepias de Rosy  y Diego. Hemos visto a la mariposa acercarse a las plantas, atraída por el color de sus pequeñas flores. Asombroso para nosotros es sentirla tan cerca, permitiéndonos estar a su lado, sin molestarse. Un buen rato posada; otros, volando de hoja en hoja y depositando allí sus huevos, a la espera de la descendencia que confirma la continuidad de la especie.

Mis niñas la cuidan como oro en paño. Cada día la observamos a ver si, por fin, vemos a las larvas cumplir con su único cometido: comer sin parar y acabar con la curiosa planta, la cual se regenerará más tarde para seguir siendo el atractivo trono de la reina de las mariposas.

"FRENTE AL ROQUE"

COLECCIÓN : Paisajes.
TÍTULO:"Frente al Roque".
FECHA: septiembre de 2013.
Pluma y plumilla con tinta negra y de colores.
AUTOR: Lucoco.
 
 
El Roque tiene que ver también con mi vida y con la de mi familia. Frente a este castillo de casas veraneábamos durante la primera infancia de casi todos nosotros, me refiero a mis hermanos y a mí.
Ir a la playa en verano equivalía a ir a El Pagador, a disfrutar de los charcos cuando bajaba la marea. Hacíamos pie, eran seguros. Papá no nos dejaba pasar al del fondo porque ahí sí que nos podíamos hundir.  
El concepto de playa para mí era éste, el que conocía; cerca de casa, casi siempre con buen tiempo. El microbús de mi padre lleno de chiquillos  con la sonrisa de oreja a oreja porque la playa es de los mejores lugares donde los niños pueden ser felices, sintiéndose libres y derrochando desmesuradamente todo el mundo de imaginación que rodea al juego simbólico: nos ahogamos, nos rescatan, se ahogan les rescatamos...
Cuando paso por ahí, de vez en cuando, me detengo a escuchar el mar que arrastra las piedras vivas; a oler el salitre, a tocar los ásperos árboles que lindan con la calzada y que todavía siguen allí. Es el momento en que me transporto a las primeras brazadas y margulladas   de mi vida, allí, en la costa norte de Gran Canaria.