TÍTULO: "El cafelito de la mañana".
Fecha: julio de 2013.
Pluma y tinta negra.
Autor: Lucoco.
Una de las maneras que tiene mi cuerpo de manifestar que me viene una inspiración es, de forma repentina, a mitad de la noche y en medio del sueño, abrir los ojos como platos, dejármelos abiertos, sin parpadear, durante unos quince segundos y entonces, al no poder conciliarlo más, opto por no dar vueltas en la cama. Me levanto, me voy al estudio y doy respuesta a tal tremendo despertar.
Esta vez me apeteció dibujar. Antes de hacerlo me preparé un café calentito, aunque no me hacía falta porque continuaba manteniendo los ojos fuera de las órbitas.
Una vez saboreado el café, quedó entre las luces y las sombras, muy fotogénica, la taza sobre la mesa. Fue el momento en que mereció la pena haberme despertado. Allí estaba mi siguiente objeto para la colección. Cuando terminé el dibujo me fui a dormir.
Esta vez me apeteció dibujar. Antes de hacerlo me preparé un café calentito, aunque no me hacía falta porque continuaba manteniendo los ojos fuera de las órbitas.
Una vez saboreado el café, quedó entre las luces y las sombras, muy fotogénica, la taza sobre la mesa. Fue el momento en que mereció la pena haberme despertado. Allí estaba mi siguiente objeto para la colección. Cuando terminé el dibujo me fui a dormir.
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